Bueno por fin tengo tiempo para escribir un poco sobre lo hecho durante estas semanas...El ultimo viaje que es al que me voy a referir comienza en la bahía de
Tasiusaq en el fiordo de
Sermiliq. Es un bahía cercana a dos frentes glaciares muy activos que desprenden gran cantidad

de hielo. La inercia los arrastra dirección
Narsaq, hacia mar abierto y la brisa marina por las tardes los hace retroceder metiéndolos en nuestra bahía. Con un tiempo espectacular y las orillas libres de mosquitos, gracias a las ovejas caminamos hasta el final del fiordo, en un
trekking de 2 horas saliendo desde
Qasiarsuq.
Una vez allí probamos los
kayaks y dormimos en un "
Tupeq" (Vivienda de verano de los
Inuit).
Al día siguiente con
dificultades rompemos los hielos acumulados y salimos al centro de la bahía donde la acumulación es menor y donde podemos avanzar con mayor rapidez. Nuestro destino será un cabo situado al final de la bahía y desde donde tenemos unas vistas prodigiosas tanto de la bahía como del fiordo. Antes de ello nos detenemos para hacer otro pequeño
trekking, desde donde se ve la actividad de los glaciares
provenientes de colosal
Inlandis. Aprovecharemos para elegir el camino más despejado y haremos
vivac en una noche corta y

húmeda (los sacos lo permiten...)
Al día siguiente damos la vuelta a una pequeña isla y cuando nos disponíamos a parar en unas ruinas
vikingas, el
jodido iceberg mas grande de todo el fiordo se empieza a deshacer y se rompe en tres trozos... el tema es que estábamos a una distancia difícil de calcular, pero cerca...
La verdad es que estuvo muy guapo verlo, pero cuando se comenzó a ver la ola que crea, allí ya nos achantamos un poco.
El tema es que la ola parecía que iba a arrastrar los pequeños
icebregs hacia nosotros, pero realmente no rompió, y los
icebregs se quedaron en el sitio que estaban.... uf!!!
Eso si la
olita que llego era como de medio metro pero lo suficiente como para desestabilizar el equilibrio del resto de los bloque de hielo así que comenzaron a girar alrededor nuestra...
La decisión
fué colocarse en la zona 0 donde la onda había dejado un espacio libre de hielo. El

problema viene cuando la ola rebota en la orilla y nos trae una masa de cascotes a una velocidad un poco inferior a la que nosotros podemos llevar. El despiste hace que nos atrape y vayamos
acumulandonos entre cascotes, sin saber muy bien si los que nos movemos somos nosotros o son los trozos de hielo los que vienen a nosotros... La situación resulta divertida poniéndole un poco de emoción pero sin riesgo real. Decidimos salir hacia el fiordo abierto y rodear todo este caos de trozos de hielos. Mas tarde nos relajamos tomando unos
Nuddles (Junto con el
Couscous alimento básico de nuestras expediciones en
Greenland) y reímos mientras recordamos que somos muy afortunados de haber presenciado uno de los mayores espectáculos de la naturaleza a escasos metros. La última noche nos relajamos en el interior de la bahía y comemos trucha ártica que pescamos en el mar. La puesta de sol da lugar a la imanación y soñamos nuevas aventuras que seguro nos rodearán en los territorios vírgenes de la isla de los arboles minúsculos.
mino